Cine

«El cuarto poder» (1952): La película que reivindica un periodismo de calidad

Reseña de «El cuarto poder», clásico del cine policíaco hollywoodiense que reivindica la libertad de prensa.

Laura Botta

El cuarto poder es una película de cine negro estadounidense de 1952 protagonizada por Humphrey Bogart, Ethel Barrymore y Kim Hunter. Está escrita y dirigida por Richard Brooks, quien es curiosamente uno de los directores de Hollywood más infravalorados, un maestro absoluto bastante desconocido por el gran público, aunque tenga una filmografía repleta de títulos maravillosos y un buen puñado de obras de arte auténticas.

La película relata la historia del editor de un periódico que expone los crímenes de un gánster al mismo tiempo que intenta evitar que el diario cierre. A través de este argumento, se reivindica de una forma magistral el periodismo de calidad, puesto que muestra una realidad en esta profesión que no se aleja en absoluto de la de hoy en día, a pesar de que han pasado unos cuantos años; una realidad donde los intereses económicos y políticos están por encima de todo y unos pocos luchan por sacar a la luz lo que el público merece leer: la verdad. De hecho, el filme está lleno de frases que podrían parecer clichés y que, sin embargo, reflejan muy bien la situación, la profesión y el mundo del que se habla, como «una prensa libre, lo mismo que una vida libre, es siempre arriesgada» (Siegel, 1952) o «todo el mundo tiene su precio» (Siegel, 1952).

Fotograma recuperado de El cuarto poder, 1952

Por otra parte, Brooks nos presenta El Día, la publicación en la que trabajan los protagonistas, que representa un nuevo estilo de periodismo, un periodismo que profundiza en los textos y no se sirve del sensacionalismo: «Este periódico luchará por el progreso y por la reforma. Jamás nos contentaremos con imprimir solamente noticias y nunca temeremos el ataque del mal. Ni con voraz riqueza ni con agobiante pobreza» (Siegel, 1952). Estos son los valores que quiere transmitir el director, valores que parece que son olvidados por algunas personas cuando se trata de dinero.

Además, los comunicadores que se describen no son meros testigos o reporteros, sino verdaderos héroes de los relatos, hombres que se juegan el cuello cada día para contar historias reales y de interés y que deben tener una gran cantidad de cualidades y conocimientos para poder hacerlo lo mejor posible. En definitiva, la conclusión que podemos extraer de la película es que ser periodista es una profesión en toda regla que además requiere un gran compromiso tanto personal como social, ya que, por una parte, hay que estar pendiente cada día y a cada hora de lo que pasa y ponerse en marcha en cualquier momento y, por otra, los medios están al servicio de los ciudadanos, constituyen el cuarto poder y deben imprimir la verdad.

Fotograma recuperado de El cuarto poder, 1952

Referencias

Siegel, S. C. (Prod.) y Brooks, R. (Dir.). (1952). El cuarto poder [DVD]. EE. UU.: 20th Century Fox.

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