
Durante estas vacaciones navideñas (poco convencionales pero muy caóticas), tuve que realizar un trabajo de investigación sobre un columnista. Este debía tener una extensa carrera periodística para poder analizar la naturaleza de su estilo. Desde el primer momento, decidí acercarme a la descriptiva y humilde narrativa de Manuel Vicent. Fue esta misma humildad la que me ofreció la posibilidad de entrevistarlo. A pesar de que la situación actual solo permita intercambiar unos cuantos mails, el escritor reflejó su actitud, ya no solo frente a sus columnas, sino también frente a la vida. Aprovechamos esta oportunidad académica para presentaros una breve charla con Manuel Vicent.
¿Qué es para ti el periodismo? ¿Crees que este oficio es un instrumento político-social que debe defender la democracia? ¿Ha cambiado tu punto de vista a lo largo de los años?
El periodismo es la expresión del derecho de los ciudadanos a estar informados. La credibilidad es el único patrimonio de los periodistas, pero, en este oficio lleno de aventureros y de gente sabia, rige un principio maldito: el éxito de un periodista consiste en ser leído. Este principio todo lo distorsiona. Algunos son capaces de cualquier iniquidad con tal de conseguir ese deseo.
¿Qué visión tienes del oficio en este momento de desintermediación actual, provocada, en su mayor parte, por las redes sociales?
Un buen periodista es ese ser capaz de no convertirse en un mosquito atrapado por la telaraña y de tener una voz propia en medio de este inmenso gallinero de las redes.
No me considero un periodista en el sentido estricto, puesto que carezco de olfato para discernir el interés de las noticias.
Manuel Vicent
Todo aquel que conoce tu obra la identifica por la riqueza descriptiva y el control del lenguaje. ¿Cuáles fueron tus influencias para crear un estilo propio? ¿Consideras que formas parte de alguna escuela periodística?
Trato de escribir claro de las cosas que sé, de las que he visto, oído y experimentado de primera mano. Eso siempre se nota. No me considero un periodista en el sentido estricto, puesto que carezco de olfato para discernir el interés de las noticias. Me considero un escritor con amor a las palabras precisas y necesarias que publica en el periódico. No tengo escuela.
¿Ves reflejado tu estilo en otros autores, sobre todo, más jóvenes?
No lo he observado. Son matices que se ven mejor desde fuera. Son los lectores, en todo caso, quienes pueden descubrirlo.

Haces infinidad de referencias en tus columnas. Personalizas y deshumanizas tanto temas banales o experiencias propias como cuestiones que afectan al devenir de la humanidad. ¿Qué criterio sigues para elegir los asuntos que tratas en tus columnas?
Mis temas preferentes son esos residuos que la actualidad deja en el aire cuando ya ha pasado. Algo que se pueda leer con el tiempo sin que deje de ser interesante en cualquier país, edad y ambiente.
Escribiste en tus primeros años como periodista errante en Diario Madrid, Hermano Lobo o Triunfo, pero al llegar a El País decidiste quedarte hasta el día de hoy, aunque en ocasiones fuera de forma intermitente. ¿Por qué?
Empecé escribiendo novela sin imaginar que gran parte de mi obra la haría en los periódicos por los que he pasado. Me siento cómodo en El País. No encuentro ningún motivo para cambiar. Tengo libertad, y el clima intelectual político, informativo y estético de este periódico es el mío.
Mis artículos preferidos son aquellos que dejan en el lector una sensación de que han pensado, de que han visto hechos cotidianos desde un ángulo sorprendente, inesperado.
Manuel Vicent
Algunas de tus columnas recuerdan a una novela dividida en completos y breves capítulos independientes entre sí. Gabriel García Márquez quiso bautizar este fenómeno como «literaturismo». La magia de la cotidianidad. ¿Hasta qué punto confluyen periodismo y literatura en tu obra periodística?
Algunas de mis columnas son pequeños relatos. Otras veces pueden intentar ser piezas literarias, poéticas. En un artículo cabe el universo entero. Siempre se escribe el mismo artículo. Al final es una manera de ser, de ver el mundo.
¿Cuándo te diste cuenta de esta cualidad? ¿Recuerdas algunos textos con especial cariño?
Mis artículos preferidos son aquellos que dejan en el lector una sensación de que han pensado, de que han visto hechos cotidianos desde un ángulo sorprendente, inesperado.
¿Admiras especialmente a algún escritor o periodista? ¿Por qué?
Son tantos a los que admiro que no sabría por dónde empezar. Admiro sobre todo a aquellos que unen la calidad literaria con una actitud moral ante la adversidad y la injusticia en la vida.
https://museovirtualcuadernosdelamancha.wordpress.com
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