Homicidio imprudente

Isabel Bru Navarro

Dulce melodía llega
arrastrada por el viento,
pluma de tinta y arena,
cuerpos de tímido aliento.

Orquestando luna llena
violines y violonchelos,
a toque de negra pena,
al son de miles de duelos.

Canta la fiel voz de un niño,
rey de angelitos desiertos,
grito de plomo y estaño,
llanto de pálidos muertos.

Carita llena de lágrimas,
ojillos de niebla y miedo,
vida vacía de risas,
alma de piedra en el ruedo.

Por mi ventana te veo,
por mis entrañas te siento,
por mis pies llega tu frío,
por mi piel, tu sufrimiento.

Viste tu carne de luto
para esta lúgubre escena,
donde el viento rompe el fruto
y la luna arranca venas.

¡Ay, niñito desolado!
¡Dulce melodía llega!
¡Lloviendo sobre mojado!
¡Sangrando mientras lo niega!