José Tébar Gómez

Ficha técnica
Título: Momentos estelares de la humanidad
Autor: Stefan Zweig
N.º de páginas: 312
Editorial: Acantilado
Idioma: castellano
Traductor: Berta Vias Mahou
Encuadernación: rústica cosida
ISBN: 978-84-95359-92-6
Año de edición: 2012
Ciudad: Barcelona
Stefan Zweig en esta obra narra catorce momentos clave en la historia de la humanidad: la muerte de Marco Tulio Cicerón, la caída de Constantinopla en 1453, el descubrimiento del Océano Pacífico, la composición de El Mesías de Haendel, el nacimiento del himno La Marsellesa, la derrota definitiva de Napoleón en Waterloo en 1815, cómo Goethe compuso la Elegía de Marienbad, la fundación de San Francisco durante la fiebre del oro, el final de la inconclusa Y la luz brilla en las tinieblas de Tolstoi, la salvación de la muerte de Fiodor Dostoievski en 1849, la primera línea telegráfica entre Europa y América, el descubrimiento y llegada al Polo Sur, la llegada de Lenin a Rusia y el comienzo de la revolución y, por último, el final de la Gran Guerra y la paz frustrada de Wilson.
La experiencia traumática de la Primera Guerra Mundial afectó al autor que quiso dar cuenta de los mejores momentos del ser humano, de cómo su genialidad dio lugar a obras artísticas y éxitos políticos sin los que el hombre no tendría nada de lo que poder enorgullecerse. No obstante, también incluye momentos donde la luz «estelar» de la humanidad desaparece bajo el desastre de la guerra y la tiranía. La caída de Constantinopla y la muerte de Cicerón simbolizan la pérdida de la luz y el hundimiento en las tinieblas.

La narración de cada suceso de forma breve facilita la comprensión del texto y anima a continuar con la lectura; la capacidad de síntesis del autor y el estilo literario ameno facilita, asimismo, la comprensión del hecho y su significado histórico. El resultado es, en fin, una obra literaria que también, a su manera, contiene saber histórico donde el autor muestra las maravillas que han salido de la mente humana y que, al mismo tiempo, pueden ser capaces de destruir la humanidad con su demencia y egoísmo. El último capítulo, dedicado a los fútiles intentos conciliadores del presidente Wilson, es la crítica del autor hacia el mundo enfrentado que le ha tocado padecer. Un mundo que prefiere luchar por los restos de sus decadentes imperios coloniales en lugar de ir juntos, todos a una, hacia un futuro mejor.
Aunque los capítulos presentan una gran variedad de hechos, todos pueden ser reducidos a un punto de vista eurocéntrico de la historia. Zweig se centra solo en el pasado europeo —o, para ser más exactos, de Occidente—, pero no incluye las maravillas que han dejado atrás las civilizaciones china y japonesa, o los éxitos culturales del mundo musulmán.
En definitiva, este libro es interesante, sobre todo, por su punto de vista sobre el pasado y por cómo lo transmite, mediante una narración amena y entretenida. Todo apasionado por la historia debería leerlo con mucha atención e interés.