Cine

Malone, Baskerville, Bond… Connery

A los diez días de la muerte de Sean Connery, Blanca Lirio repasa tres de sus mejores películas para recordar a la leyenda del cine.

Blanca Lirio (@blirioasensio)

«Impresionaba. Su pinta, su personalidad, su expresión, su magnetismo, su voz, sus andares, su gestualidad, la mitología que arrastraba después de tantas interpretaciones inolvidables». Así hablaba el crítico Carlos Boyero de la gran estrella de Hollywood fallecida hace diez días; Sean Connery.

A pesar de que a nivel personal es alguien que no me interesa, su valía profesional es innegable y su aportación a la gran pantalla, inestimable. El actor escocés ha dejado su huella en la historia del cine a base de carisma, elegancia y talento. Por este motivo y como agradecimiento a su legado, escribo estas líneas con la aspiración de recordar o, en su caso, dar a conocer, tres de mis películas favoritas del formidable intérprete. Los seleccionados son largometrajes poco menos que icónicos, pero creo que son los que mejor pueden acercar al público joven a Sean Connery.

Recuperado de Behind The Untouchables: The Making of the Memoir That Reclaimed a Prohibition-Era Legend de Vanity Fair

Hablar de una historia de coraje, amistad, tesón y lucha por una causa perdida es hablar de Los Intocables de Eliot Ness (1987). Película que le valió el Oscar al mejor actor de reparto a Connery, enmarca magníficamente la situación de corrupción institucional de los años 20 en Chicago. Un veterano policía de vuelta de todo, un implacable tirador recién salido de la academia, un «apocado» contable y, por supuesto, Eliot Ness, forman un tándem tan inverosímil como entrañable para tratar de dar caza al Don por antonomasia, al capo entre los capos; a Al Capone (Robert De Niro).

«¿Quiere capturar a Capone? Sólo hay un sistema. Si él saca la navaja, usted la pistola. Si él manda a uno de sus hombres al hospital, usted manda a uno de los suyos a la morgue. Ese es el estilo de Chicago».

Jim Malone
Recuperado de Time of the Beast by Geoff Smith review – monks, monsters and mouldy bread de The Guardian

El nombre de la rosa (1986) es una película de misterio, intrigas y complicidad. Basada en la novela de Umberto Eco, narra la aventura de un monje franciscano conocido en el mundo religioso por sus increíbles dotes deductivas y su joven novicio. Guillermo de Baskerville, que recibe su nombre como guiño a Conan Doyle, y Adso de Melk llegan a la abadía más lúgubre del cine y, tras el fracasado intento por parte de los benedictinos de evitar que Fray Guillermo se entere de los sucesos acontecidos allí, los dos protagonistas comienzan la búsqueda de la verdad dejando pellizcos de sabiduría por el camino. Con una capacidad admirable para transmitir veladamente la sensación de estar en territorio comanche, la camaradería del sagaz monje y su pupilo serán claves en la historia.

«Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad, porque suelen provocar también la muerte de muchos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de la propia».

Guillermo de Baskerville
Recuperado de Goldfinger laser scene de ABC News

James Bond contra Goldfinger (1964) es el film que marcó época en el cine de acción y de agentes secretos. Esta película tiene una peculiaridad con respecto a las otras dos; se ha quedado muy antigua. Aunque tiene sentido, ya que tiene veinte años más, creo oportuno comentarlo. No me gustaría que un espectador desprevenido la abordara desde la idea de ver al James Bond de Daniel Craig pero con estética vintage.

Como es de esperar, desde las peleas hasta los decorados pasando por la forma en la que Bond se relaciona con las mujeres traspasa el umbral de lo trasnochado y roza lo cómico. Por eso, es importante verla en su contexto y tomarla como el icono cultural que es. Goldfinger es todo lo que se puede esperar de la película paradigmática de una saga; con decir que esos toques de humor tan distintivos del protagonista o que la tradición del Aston Martin como su fiel compañero de viaje nacieron con ella, lo digo todo.

«James Bond: ¿Espera que hable?

Auric Goldfinger: No, Sr. Bond. Espero que muera».

Si me pudiera despedir de Sean Connery, le daría las gracias. Por estas películas y por las que me dejo en el tintero. Por tenernos en vilo, por hacernos sufrir, por esa ironía ácida y ese porte, por ser una leyenda.

3 comentarios

  1. Una despedida muy bonita y entrañable. Quisiera recordar también su papel como Henry Jones, un personaje con un carisma inigualable que robó el corazón a todos los fans de la saga Indiana Jones.

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  2. Acertadas palabras para el actor que ha cautivado a mi padre en su papel de 007.
    Gracias Blanca por el recuerdo.
    Hoy mismo busco El nombre de la rosa y preparo una palomitas.

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