Roberto Alvau
El sector cultural ha sido, sin lugar a dudas, uno de los más afectados por la pandemia de COVID-19, lo que ha obligado al mundo de la cultura a replantear de forma profunda la manera de dialogar y presentar sus contenidos al público general. En el contexto artístico valenciano, acostumbrado por tradición a la presencia masiva de eventos y ferias, esto supuso una importante anestetización de todo aparato cultural y, al mismo tiempo, un grave atentado a su misma supervivencia. De hecho, son tantos los colectivos y entidades a los cuales le ha costado arrancar de nuevo tras la primera oleada del virus que muchos se han visto obligados a cerrar definitivamente sus puertas.
Pero, por suerte, en la regla general siempre hay excepciones, como es el caso del colectivo de difusión cultural Orbis Vacui, que se presentó oficialmente el pasado viernes 23 de octubre en La Cantina de Ruzafa, aunque ya lleva operativo varios meses dentro de la vida artística de la ciudad. Formado en 2020 por la iniciativa de cinco jóvenes creadores valencianos, Orbis Vacui se dedica principalmente a la organización de eventos culturales de todo tipo: desde las artes plásticas hasta las escénicas o las musicales —con grupos de rock o bossa nova—,pues cuentan ya en su porfolio con importantes colaboraciones con algunos de los espacios culturales más fértiles de la ciudad..
Respaldado por una fuerte base teórica que incluye desde la filosofía trágica nietzschiana hasta Wagner y la ilustración comeniana, el lema del equipo puede resumirse en una triple combinación: la multidisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la pluridisciplinariedad. La síntesis de estos tres elementos es, como afirma el coordinador del colectivo Juande Dios Hernández Martínez, el fin mismo del colectivo: «Unir artes, integrar, crear sinergia y ayuda mutua».
También en el mismo equipo de Orbis Vacui se puede observar esta atención hacia la multi-pluri-interdisciplinariedad con un equipo bien amalgamado, formado por varias personalidades, cada una de ellas especializada en una rama distinta de las artes. Pasemos a ver pues, muy rápidamente, quiénes son estos jóvenes vacuianos:

Juan de Dios Hernández Martínez, fundador del colectivo. La idea de Orbis Vacui se inicia con él y sigue manteniéndose en pie a día de hoy bajo su coordinación. Juan de Dios (21 años) estudia Historia del Arte en la Universitat de València (UV) y es también artista visual. Actualmente está llevando a cabo un proyecto de fotografía analógica llamado «Vacui analog», del cual se destaca la recién sacada serie OSFAVR.

Elsa Moreno. Ella se define como una «artista multidisciplinar»,y no podríamos describirla de forma mejor. Elsa (21) estudia Comunicación Audiovisual en la UV y actualmente está dentro de varios proyectos de teatro y danza, donde destacamos su participación en el Prostíbulo Poético. En 2019 publicó su primer poemario, Más allá del ruido.

Roberto Alvau. Joven artista italiano con base en Valencia (24). Es estudiante de Historia del Arte en la UV y se ocupa de la rama de Orbis Vacui dedicada a las artes plásticas y visuales, así como del montaje, exposición y organización de los eventos artísticos. También es artista visual: trabaja sus habilidades como pintor y más recientemente como fotógrafo amateur. Además, está llevando un proyecto personal llamado Galería basurero, sobre el cual acaba de publicar una revista autoeditada.

Evarist Caselles. Músico y organizador de eventos musicales. A pesar de su juventud (19 años), Evarist ya tiene un rico currículum dentro de su rama de especialización. Actualmente es bajista en su grupo Tenda, que también ha actuado en eventos de Orbis Vacui en más de una ocasión.

Federico Lago. Joven cantautor. Actualmente forma parte del grupo musical Tercio vacío. Además de sus importantes aportaciones en el campo musical, también es quien se ocupa de la parte económica y administrativa dentro del equipo de Orbis.
Dejando a un lado la parte más dinámica de la tarde, la presentación del equipo Orbis Vacui, el evento también contó con una exposición de artistas emergentes del panorama valenciano. Muchas de ellas son colaboradoras fieles del colectivo de gestión cultural.
En las paredes de ladrillo de La Cantina, tuvimos la suerte de poder contemplar producciones realmente interesantes en el campo de la fotografía, como los íntimos retratos de María Varo y Ona Cano, el gusto por el «caleidoscopismo» en las fotos espejistas de Aitana, los collages de eco dadaísta de Ana García o los magníficos restos marinos de Ana Peixet. El campo de la pintura también hizo acto de presencia con un retrato concedido por el artista valenciano Edu Bermejo y una serie abstracto-geométrica firmada por Roberto Alvau.
Obras de María Varo
De forma paralela a la exposición, también hubo espacio para un mercadillo dedicado a los artistas que participaron en la misma. Según Juande Hernández, la idea de los stands y de la promoción del arte emergente es «un leitmotiv omnipresente de todos los eventos de Orbis Vacui». Asegura, además, que la agenda de noviembre ya está lista para ser estrenada.

Si tenéis intención de manteneros al tanto de los eventos que organiza este colectivo, podéis seguirlo en todas las redes sociales: Orbis Vacui en Facebook y @orbis.vacui en Instagram y, recientemente, también en Twitter. Nosotros, como cronistas de la revista Parnaso, estaremos encantados de asistir a más tardes organizadas por este atrevido equipo con la esperanza de que sus esfuerzos sean uno de los tantos pasos necesarios para reactivar la cultura tras un tiempo, ya demasiado largo, con más sombras que luces.
Todas las fotos de la crónica han sido tomadas por Óscar Bernabéu. Instagram @photobber.